La biometría en alza: última tecnología de seguridad

La preocupación por la seguridad se ha establecido como una de las piedras angulares de la sociedad actual.

Las personas necesitan sentirse seguras y tranquilas en todos los ambientes en los que se mueven. En los últimos años se ha incrementado el uso de los sistemas de control de accesos biométricos para oficinas, viviendas y todo tipo de edificios.

Durante muchos años hemos utilizado contraseñas extensas y complicadas para poder desbloquear nuestros dispositivos, cuentas de internet o acceder a nuestros respectivos trabajos. Poco a poco se va abriendo paso a tecnologías que facilitan y hacen más cómodo nuestro día a día, por ejemplo, ¿Por qué usar en nuestro teléfono móvil una compleja contraseña cuando podemos desbloquearlo simplemente usando los datos biométricos de nuestra huella?

Al igual que estas comodidades se instauran en nuestra vida cotidiana, estas nuevas tecnologías van también entrando poco a poco en nuestras vidas profesionales. Por ejemplo, ante la complicación que conllevan los métodos tradiciones de apertura de las oficinas, como por ejemplo, llaves que pueden ser copiadas, robadas o prestadas a terceros, códigos de acceso fácilmente hackeables por cualquier persona que te vea teclearlo, y que han resultado ser altamente ineficientes, las oficinas modernas están cada vez más demandando otros tipos de controles de accesos, que les aporten comodidad, flexibilidad y la máxima seguridad. 

Ante esto, no es de extrañar que la biometría se encuentre en alza actualmente: ha supuesto una alternativa de identificación más rápida, cómoda y segura. 

Esta tendencia que se popularizó con los teléfonos móviles, se está implantando en todo tipo empresas gracias a su demostrada eficacia.

A diferencia de los sistemas de autenticación tradicionales que son fácilmente vulnerables, los sistemas biométricos son altamente seguros porque se basan en la identificación mediante parámetros únicos del ser humano. 

Tipos de sistemas biométricos más usados

Aunque esta tecnología se encuentra en alza, no hay que perder de vista que no todos los sistemas
biométricos ofrecen las mismas garantías de seguridad.

	Reconocimiento facial Este sistema analiza la geometría de la cara del usuario, incluyendo la distancia entre los ojos, la nariz y la barbilla… Su objetivo es crear un encriptado de los datos faciales del usuario que no se pueda suplantar. Cada vez lo vemos más extendido entre los dispositivos móviles, que lo usan como modo de desbloqueo de pantalla. El problema es que este método no aporta una fiabilidad del 100%, por lo que, es insuficiente para garantizar seguridad.
	Reconocimiento por voz La voz de una persona es única, ya que viene determinada por la forma de su boca, laringe y nariz, así como por la longitud de su tracto vocal. Podemos ver el uso de este método en Alexa, Siri o Google Assistant. No obstante, es una tecnología que aún no está suficientemente madura como para usarla en aplicaciones que requieren unas mínimas garantías de seguridad, como es el caso del control de accesos.
	Reconocimiento de iris Consiste en el escáner del iris o la retina para identificar a una persona. El reconocimiento de la retina se lleva a cabo mediante la iluminación del ojo para identificar el patrón de los vasos sanguíneos. Mientras que, el reconocimiento del iris analiza la composición de los colores del iris del usuario. Este método, aunque ha demostrado ser muy preciso, tiene un alto coste en la fabricación y unas garantías de seguridad muy similares a la huella dactilar, lo que hace que no compense la diferencia en el precio. Además presenta complicaciones a la hora de situar los lectores en el plano y altura adecuados de cada tipo de persona para realizar la identificación.
	Reconocimiento de huellas dactilares Según los expertos, el método más fiable, sencillo y económico de todos. El reconocimiento de huellas dactilares consiste en crear un modelo digital de las huellas del usuario, y realizar un análisis del patrón y la imagen que captura el sensor de la huella para permitir o no el acceso. Es considerado una de las soluciones más eficaces y seguras del control de acceso biométrico. Algo que resulta muy innovador en este sector, es la aparición de los lectores de huella sin contacto. Mismas garantías de seguridad que los lectores de huella, pero evitando el contacto físico entre el dedo y la superficie del lector. La biometría sin contacto se perfila como la más novedosa tendencia en seguridad y control de accesos.

Cambios que trae la biometría

El uso de esta tecnología en seguridad conlleva muchísimos beneficios para todo tipo de sectores: métodos de pago, ciberseguridad, seguridad y control de accesos…

El uso de la biometría como forma de pago nos librará por completo del uso de dinero en efectivo. Además, permitirá acelerar los procesos de cobro e impedirá las operaciones fraudulentas o la suplantación de la identidad al pagar.

El olvido de las contraseñas es algo muy común que veríamos solventado gracias a esta tecnología.

Es un método altamente fiable para verificar la identidad de una persona: una tarjeta se puede clonar, pero la huella no. Esto tiene muchísimas implicaciones positivas para las pymes y retails.

Por otra parte, la biometría aplicada a la ciberseguridad, aporta muchas ventajas:

Las credenciales como códigos y contraseñas son fáciles de sustraer para un hacker, sin embargo, los rasgos biométricos son muy complicados de robar.

Para empezar, si alguien quisiera robarnos nuestra huella dactilar, debe de cumplir los siguientes pasos:

• Debe tener acceso a ella, es decir, estar en contacto con nosotros o alguna superficie u objeto donde la hayamos dejado.
• Debe de poder traspasar la huella “en negativo” a algún formato que le permita obtenerla “en positivo”, para poder dejar una impresión de ésta.
• Deberá replicarla en algún soporte para poder usarla.

Es realmente complicado realizar todo este proceso sin dañar las huellas, que necesitan estar en perfecto estado para ser leídas por los dispositivos.

Beneficios de utilizar sistemas biométricos

Utilizar la biometría en los sistemas de seguridad conlleva beneficios para todos los sectores, especialmente en los edificios corporativos en los que hay tanto tránsito de personas y visitantes. Implantar sistemas de control de accesos en los centros de trabajo hace que los trabajadores y empresarios se sientan seguros, puesto que ninguna persona externa a la empresa podrá acceder a ella y a su información. Además, también permitirá proteger los activos y datos sensibles de las compañías.

Existen instalaciones como hospitales o laboratorios en los que es fundamental que estos sistemas sean implementados, porque evitarán fugas de datos, contaminaciones en sus ensayos, etc. También protegerán a sus pacientes y trabajadores, y posibilitará controlar el acceso a zonas restringidas. Y como no olvidarnos de las viviendas particulares, ahí donde está todo nuestro mundo y todo lo que merece la pena proteger, los sistemas de control de acceso para viviendas son la última moda para mantener todo tu mundo bajo control. 

Como ves, la biometría está en alza y seguirá estándolo. Es la tecnología del futuro salvo que, ¡ya está aquí y ha venido para quedarse!

Los edificios más innovadores ya disponen de esta tecnología, ¿a qué esperas para implementarla en el tuyo?

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