En NÜO nos gusta estar siempre a la vanguardia de todo lo relacionado con la tecnología. Hace un tiempo, os hablamos de la llegada de la tecnología NFC, y creemos que es momento de profundizar un poco más y explicar con más detalle en qué consiste esta tecnología y cuáles pueden ser sus aplicaciones.
A pesar de haberse aprobado como estándar hace más de 15 años, en 2003 concretamente, para muchos la tecnología NFC sigue siendo una gran desconocida.
La tecnología NFC (siglas de Near Field Communication) es un sistema de comunicación inalámbrico de corto alcance que funciona por proximidad en la banda de los 13.56 MHz. Esta tecnología deriva de las etiquetas RFID que se utilizan en control de accesos, abonos de transporte o incluso en sistemas de seguridad de tiendas físicas.
Es una tecnología que actualmente se utiliza para transferir fotos, vídeos o música, utilizar nuestro móvil como llave del coche, para realizar pagos con el móvil o incluso para extraer dinero del cajero, compartir la clave Wi-Fi con otro dispositivo, acceder a contenidos públicos, entre muchos otros. Como ves, la tecnología NFC se encuentra totalmente integrada en nuestro día a día y la utilizamos más de lo que nos podemos imaginar.
Cuando hablamos del NFC no lo hacemos refiriéndonos a la misma tecnología que se emplea para el Bluetooth, Wi-Fi o conexiones de datos, sino a la tecnología de la radio convencional. La NFC es una evolución de la tecnología de radiofrecuencia y su principal función es la de establecer conexiones bilaterales con otro dispositivo similar, que se encuentre dentro de su mismo rango de acción (y que en realidad no es mucho).
Por tanto, no estamos hablando de un componente que pueda añadirse por software, sino que requiere componentes específicos en el interior del móvil como por ejemplo, la bobina o antena NFC.
Acercar tu móvil a otro dispositivo es todo lo que el usuario debe hacer para que la comunicación se establezca entre ambos. Así de simple. Sus principales puntos fuertes son: La velocidad de comunicación, que es casi instantánea sin necesidad de emparejamiento previo y su seguridad, esto se debe a que su distancia de alcance es pequeña (un rango de unos 20 cm), haciendo que tengas que estar cerca para que se accione. De esta manera, es muy difícil que el acceso pueda hackearse y abrirse a distancia, aportando una mayor seguridad y tranquilidad al usuario.
En pocas palabras, la tecnología NFC se basa en comunicar dispositivos cercanos e intercambiar información de una forma muy rápida y cómoda para el usuario.
Como hemos comentado en párrafos anteriores, el NFC establece conexiones empleando ondas de radio en la frecuencia de 13,56MHz y puede transferir datos a una velocidad aproximada de 420 kbit/s.
En realidad, podemos hablar de chips NFC que emiten este enlace inalámbrico de forma constante, y es por eso que el rango es tan corto. Además, se trata de chips con un consumo energético muy bajo. De hecho, la conexión solo se activa cuando detecta otro dispositivo compatible en el mismo rango. Cuando hay este acercamiento es cuando, de forma automática, se establece la conexión y sin necesidad de códigos de emparejamiento.
Otro factor a tener en cuenta, es que solo es necesario que uno de los dispositivos NFC cree el enlace.
Pero, ¿qué ocurre con la seguridad de esta tecnología? Se basa en una comunicación por radiofrecuencia, por lo que a priori puede parecer vulnerable. Sin embargo, la tecnología NFC es muy segura debido a los procesos de autentificación y cifrado de la información que se intercambia. A esto hay que añadir que la reducida distancia de operación (menor de 20 cm) hace que resulte muy difícil que un tercer dispositivo pueda interceptar y/o interferir la comunicación.
Como hemos explicado en párrafos anteriores, los usos más comunes de esta tecnología son la identificación y las aplicaciones que conllevan intercambio de datos, como por ejemplo el pago a través de Smartphones.
Aquí algunos ejemplos de cómo sacar provecho a dicha tecnología.
Actualmente la tecnología NFC nos permite llevar varias tarjetas de pago almacenadas en el móvil y pagar a través de estas, acercando nuestro smartphone al datáfono para realizar el pago inalámbrico.
Uno de los pioneros en este tipo de pagos fue Apple Pay, pero actualmente encontramos otras aplicaciones que ofrecen este servicio como Google Pay o Samsung Pay.
Esta tecnología también permite sacar dinero del cajero sin necesidad de llevar la tarjeta física encima, sino tan solo acercando el móvil a la máquina.
La NFC permite tener la llave del coche en el móvil, y que cuando nos acerquemos a él, este se abra. Todavía no hay muchos vehículos compatibles con este sistema, pero sí que hay algunas marcas como BMW, Volkswagen o Audi que están trabajando en ella.
Quizás no es el uso más extendido de esta tecnología, pero sí que hay algunas cámaras u ordenadores que llevan integrada esta tecnología y permiten transferir archivos sin necesidad de usar el cable USB ni el Bluetooth.
La tecnología NFC también puede funcionar como un identificador personal. Un sistema aplicable también a acceso a oficinas, al transporte público o a convenciones.
En el mercado, actualmente se hacen otros usos de la NFC como por ejemplo el de Amiibo de Nintendo. Se trata de figuras que contienen un identificador NFC y nos permiten, a través del lector, incorporar estos personajes a la consola y poder interactuar con ellos.
Como conclusión, a la tecnología NFC aún le queda mucho camino por recorrer y evolucionar, pero en NÜO estamos seguros de que tiene un futuro prometedor gracias a su versatilidad, rapidez y capacidad de hacernos la vida mucho más sencilla y cómoda.
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