Uno de los principales retos de los instaladores de sistemas de control de accesos y seguridad electrónica, es la compatibilidad entre software y hardware, sobre todo si ambos son de diferentes fabricantes. Los protocolos de uno pueden ser diferentes del otro y la adaptación de los dos termina presentando vulnerabilidades.
Por eso, es clave para el buen funcionamiento de un sistema de control de accesos que tanto hardware como software sean del mismo fabricante y que la mecánica y la electrónica de cada dispositivo ayuden a simplificar la instalación y el funcionamiento de todas las piezas.
En este sentido una solución All-in-One es la ideal para agilizar todo el trabajo de un instalador. Ya lo dice la misma palabra: lo encontrarás todo en un único sitio.
Ventajas de la integración de software y hardware para el instalador
Cuando un instalador especializado en controles de acceso se enfrenta a un sistema tradicional tendrá que ir cargado de un ordenador, de cables y más cables e ir abriendo varias cajitas para poder ir uniendo las piezas. Un trabajo rutinario que puede tardar una hora larga o más en cumplirse. Pero, ¿y si hubiera la posibilidad de tenerlo todo en una única caja, un único paquete donde todas las piezas, software, hardware, alimentación, batería, etc., estuvieran todas juntas, prácticamente montadas, con un solo cable? ¿Y si la instalación y la puesta en marcha se redujera a unos pocos minutos?
De eso se trata la solución All-in-One, un paquete con el cual el instalador podrá reducir los tiempos de instalación, aumentará la seguridad de todos los controles de acceso gracias a la sincronización de todos los componentes y aumentará de esta manera la fiabilidad de todos sus procesos, sin margen de error.
La clave para que un sistema sea All-in-One es que un solo fabricante se encargue de desarrollar todas las fases del producto: Software, hardware, mecánica y electrónica. Cuando el software y el hardware están integrados todos los procesos son mucho más sencillos. Algunas de las ventajas son:
- Sin incompatibilidades: Que un mismo fabricante diseñe hardware y software permite que en todo momento la conexión entre los dispositivos y el cerebro sea fluida y sin interrupciones. ¡Todo va a funcionar a la primera!
- Sin largas configuraciones: Una de las características que permiten la integración de software y hardware es la autoconfiguración, es decir que con un par de clicks todos los dispositivos estarán conectados en red. El sistema podrá asociar varias puertas al mismo tiempo y controlarlas en remoto
- Sin dramas con las actualizaciones: Cada vez que el software se actualice no habrá problemas para que los dispositivos asociados reconozcan los nuevos procesos. ¿Cuántas veces una actualización ha requerido la intervención de un instalador para que los dispositivos no se aturullen? No, si el software y el hardware hablan la misma lengua. Así, cada actualización será de por vida y realizada de forma automática desde la web
- Sin mantenimiento: Si todo fluye, si las actualizaciones no terminan presentando incompatibilidades, si tanto el software como el hardware siempre van a la par, ¿qué mantenimiento se necesita? Pues prácticamente ninguno. Además hay que añadir que todos los materiales, desde los componentes electrónicos hasta las carcasas de los dispositivos son de primera calidad.
- Sin límites: Todas estas facilidades permiten que cada software gane en escalabilidad, es decir que en cualquier momento se les puedan añadir nuevos puntos de acceso, nueva información sobre personal, cambiar permisos, etc.
- Con toda la seguridad: Sin fallos, no hay vulnerabilidades. Y sin vulnerabilidades, los controles de acceso son mucho más seguros y fiables. Pero si algún fallo se detecta, algún mal uso, rápidamente se lanzan envíos automáticos de alerta.
El sistema All-in-One tiene otras ventajas más allá de la integración entre software y hardware. El instalador dispondrá de una caja donde todo estará ya unido, prácticamente montado. Una de las principales diferencias es que es un sistema Plug and Play, es decir que cuenta con un solo cable UTP a través del cual se conectan todos los dispositivos.
Otra característica relevante es que no habrá que sufrir por fallos en la alimentación de la instalación pues el controlador estará permanentemente alimentado. De hecho, el controlador en estos casos es la pieza básica pues es el cerebro que ejecutará las órdenes del sistema. El controlador en un sistema All-in-One dispone de:
- El software estará embebido en este controlador, como si fueran la misma pieza.
- Una potencia de 48V con la que permite trabajar a mayor distancia (controlar más accesos y más lejos), disponer de mayor autonomía y, en consecuencia, ofrecer menos problemas.
- Conexiones con código de colores que aumenta la seguridad.
- Procesador de 4 cores con lo que transmite las comunicaciones con más fuerza y rapidez.
- 4 Buses independientes para puertas.
- Regletas de presión a prueba de fallos.
- Alimentador, cargador y batería, todo integrado en el mismo pack para que ningún dispositivo se quede parado en ningún momento.
Un controlador en un sistema All-in-One se instalará en un punto estratégico para poder controlar todas las unidades de puerta, quienes darán acceso o lo bloquearán según la orden que reciban del controlador. Un solo controlador podrá dirigir hasta diez unidades de puerta, permitiendo una gestión de los accesos más global, sencilla y 100% segura.
Otra de las ventajas que permiten estos sistemas All-in-One diseñados por un solo fabricante, es que normalmente se venden sin un contrato de licencias anuales, con sobrecostes por mantenimiento y demás. Simplemente con un único pago, el software y el hardware ya son tuyos para siempre.
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Escrito por: NÜO Planet
Categorías: NÜO Go!, Control de accesos, Esenciales, Instaladores