Una de las características más importantes de los sistemas de control de accesos es que aporten seguridad, pero para que esto ocurra, se necesita algo más que cuatro cables y una plataforma de gestión de los accesos (software). Se necesita resistencia, durabilidad y la última tecnología en algoritmos de encriptación y las soluciones de identificación más modernas, como por ejemplo la biometría -una de las tecnologías más seguras actualmente del mercado-. En este sentido, el diseño juega un papel fundamental, sobre todo para los arquitectos.
Recuerda que este tipo de sistemas suelen disponer de un lector en la puerta de entrada, que suele ser lo primero que destaca y lo que ven las personas que quieren acceder al recinto, (ya sea una oficina, una casa, un comercio o un edificio entero) y que a nadie le gusta que un dispositivo de seguridad se lleve toda la atención, sobre todo cuando se trata de edificios históricos, de diseño minimalista, sostenible, industrial, etc. Es por esta razón y por otras que veremos a continuación que el diseño de los sistemas de control de accesos importa.
Como hemos dicho, los sistemas de seguridad y control de accesos suelen estar instalados en la puerta de entrada, que en muchos casos está en el exterior, estando expuestos a cambios bruscos de temperatura y meteorológicos. Es por eso, que necesitan disponer de un grado de protección IP alto, a ser posible entre 65 y 67, así como de un grado de resistencia IK08, garantizando que aunque llueva, nieve, haga viento, o estén situados en ambientes salinos cercanos a la costa, los dispositivos seguirán intactos y como el primer día, conservando su aspecto.
Normalmente este tipo de sistemas suelen estar fabricados con plástico, un material poco resistente y que se deteriora rápidamente, volviéndolo vulnerable y poniendo en riesgo la seguridad del edificio. Para garantizar su resistencia y durabilidad, garantizando así una alta seguridad, los materiales más recomendados son materiales nobles de alta calidad y ultra-resistentes como el aluminio y el cristal templado. Estos son moldeables, duros y tienen la capacidad de adaptarse a cualquier superficie gracias a su alta variedad de colores. Los acabados son más limpios, finos y elegantes, pasando así más desapercibidos por el ojo humano, integrándose como algo natural en el espacio..
Cada edificio es diferente, así como lo son sus superficies: madera, mármol, ladrillo, granito… O sus dimensiones. Hay ocasiones que los marcos de la puerta son estrechos. Cada vez hay más edificios hechos prácticamente de cristal, dificultando la instalación de estos sistemas, a veces demasiado anchos y toscos.
En este sentido, apostar por sistemas de control de accesos estrechos y finos será la clave para no estropear la esencia de la entrada a la oficina, casa o comercio. En caso de que poner un dispositivo montado en la pared, no sea posible, hay fabricantes de seguridad como NÜO Planet, que aportan soluciones creativas como la gama NÜO Sky. Si no se puede poner nada en la fachada, o ello estropearía la entrada, es mejor apostar por postes anclados al suelo, que se situan cerca pero sin tocar la fachada. Por ejemplo, en NÜO estos se pueden personalizar con el mismo color que la fachada para pasar más desapercibido. Apostar por soluciones 100% personalizables será la clave para obtener un sistema seguro y de calidad sin renunciar al diseño.
Cada vez encontramos más proyectos diseñados bajo la etiqueta de arquitectura sostenible. Construcciones hechas a partir de materiales sostenibles, reutilizables y reciclables como por ejemplo la madera. Una manera de preservar el medio ambiente. En este tipo de proyectos, que el resto de elementos accesorios al edificio como por ejemplo los electrodomésticos, los elementos de iluminación o los sistemas de seguridad electrónica sean sostenibles, es de gran importancia, aportando así un valor mayor al edificio.
En este sentido, apostar por soluciones de control de accesos con un diseño de aluminio y cristal templado, ayudará a cumplir con estos estándares de sostenibilidad, puesto que se trata de materiales 100% reciclables y reutilizables.
Integrar un sistema de control de accesos en un edificio, no es sinónimo de perder la esencia y estropear el diseño de la construcción, pero para que esto no ocurra, se debe apostar por soluciones 100% personalizables de marcas que aparte de velar por la alta seguridad, también velen por el diseño. Las líneas finas, los colores suaves, acabados limpios con instalación sin tornillos visibles, colores adaptados a cada superficie, luces personalizables, etc. Son algunos de los aspectos que marcan la diferencia en la experiencia y satisfacción del usuario.
Apuesta por sistemas de seguridad y control de accesos que queden completamente integrados y embellezcan el diseño de tu proyecto.